NIETÍSIMA

NIETÍSIMA
LUCÍA LA BELLA

lunes, 11 de abril de 2016

CURIOSIDADES DE LA VIDA


  1. Los hombres son 6 veces más susceptibles de ser golpeados por un rayo que las mujeres.
  1. La mayor parte de las partículas de polvo que contiene una casa corresponden a piel muerta.
  1. Para mantenerse despierto en las mañanas son más efectivas las manzanas que la cafeína.
  1. El único mamífero que no produce sonido alguno es la jirafa.
  1. Una persona come en promedio 27.216 kilos de comida durante toda su  vida, lo que corresponde al peso de 6 elefantes.
  1. Al igual que los humanos, los perros y gatos también son diestros o zurdos.
  1. Si se pusieran a todas las termitas del mundo juntas, se lograría un peso 10 veces mayor que el de todos los humanos juntos.
  1. Por hacer trampa en sus exámenes finales, los adolescentes de 15 años pueden ir a la cárcel en Bangladesh.
  1. Los búhos son las únicas aves que pueden ver el color azul.
  1. No se puede llorar en el espacio, debido a que la falta de gravedad impide que las lágrimas puedan fluir.
  1. Si se aplanara un pedazo de  oro puro del porte de una cajita de fósforos, se podría conseguir  una lámina del tamaño de una cancha de tenis.
  1. La Tierra pesa  alrededor de 6.588.000.000.000.000.000.000.000 toneladas.
  1. En un año se imprimen más billetes del juego de Monopoly que de dinero real en todo el mundo.
  1. Las uñas de los dedos de las manos crecen casi cuatro veces más rápido que las uñas de los dedos de los pies.
  1. Los toros son daltónicos.
  1. En el mundo, los cepillos de dientes de color azul son más usados que los cepillos rojos.
  1. Cuando salen de su cueva, los murciélagos siempre giran a la izquierda.
  1. Un niño de 1,20 metros de alto puede caber  dentro de la boca abierta de un hipopótamo.
  1. La posición de los ojos de un burro le permite verse las cuatro patas al mismo tiempo.
  1. El único mamífero que no puede saltar es el elefante.

PIENSA UN POCO EN ESTO

HABLEMOS SOBRE...

  • La única diferencia entre un buen y mal día es tu actitud.-Dennis S. Brown.
  • Ama la vida que tienes para poder vivir la vida que amas.-Huseein Nishah.
  • Creo que cualquier cosa es posible si tienes la mentalidad, voluntad y deseo para hacerlo y dedicarle tiempo.-Roger Clemes.
  • Cuando eres entusiasta sobre lo que haces, sientes energía positiva. Es muy sencillo.-Paulo Coelho.
  • La correción hace mucho, pero el ánimo hace mucho más.-Johann Wolfgang von Goethe.

lunes, 4 de abril de 2016

HABLEMOS SOBRE...

CHICHA  DE  ARROZ



 Ingredientes
• 1 Taza de arroz.
• 9 Tazas de agua.
• 1 Taza de leche completa.
• 1 Taza de leche condensada.
• 1 Taza de leche evaporada.
• 1/2 cdta de esencia de almendras.
• 1/2 cdta de esencia de vainilla.
• 5 cdas de azúcar.
• Una pizca de sal.
• 1 Astilla de canela.
Preparación: 
Lave el arroz y déjelo en remojo de un día para otro en 2 tazas de agua. Al otro día escúrralo y cocínelo con la astilla de canela en 7 tazas de agua por unos 35 minutos aproximadamente, bajel del fuego y deje reposar, luego lícuelo con el azúcar, las leches, sal y esencias. Deje enfriar bien. Sirva con hielo picado y espolvoree canela si es su gusto.

viernes, 2 de marzo de 2012

SIGNIFICADO DE LA BATALLA DE CARABOBO (24 DE JUNIO DE 1821)

María Páez de Victor, Ph.D.
Vocera del Círculo Bolivariano Louis Riel/MFV
24 de junio 20011
Evento organizado por grupos de solidaridad con Venezuela
Toronto, Canadá
Tomado de: torontoforumoncuba.weebly.com/.../el_significado_hoy_de_la_batall...

Buenas noches, apreciados amigos, compañeros en la lucha, hermanos latinoamericanos y canadienses, compatriotas venezolanos, y miembros del cuerpo diplomático de la República Bolivariana de Venezuela en Toronto. Es un honor muy especial poder decir unas palabras para celebrar ese día glorioso, LA BATALLA DE CARABOBO del 24 de junio de 1821, que, en palabras de Simón Bolívar, fue una “espléndida victoria” la cual confirmó el nacimiento político de la República de la Gran Colombia.
Fue el decisivo golpe que quebró el control del ejército del Imperio Español en Venezuela. Es uno de los eventos más importante en la historia de Venezuela. Hoy les voy a relatar esta historia muy querida, que aprendimos en la escuela, que ha sido a través de los años de gran inspiración a nosotros los venezolanos, y que recordamos con orgullo. Pero, hoy debemos preguntarnos también:
Qué significa para nosotros hoy en día aquella batalla lejana en el tiempo?
De qué nos sirve recordar hoy esos laurels ganados con sangre hace tanto tiempo?
Y, que nos sirven a nosotros que vivimos fuera de nuestras patrias de nacimiento?
La Batalla de Carabobo, lejos de ser una fecha más en un libro de historia guarda para nosotros los venezolanos y los demás latinoamericanos, una dura lección y un presagio de triunfo.
El ejército patriota de Simón Bolívar demostró ese día ser un ejemplo de UNIDAD, ESTRATEGIA Y ORGANIZACION. Miremos primeramente, el contexto en el que se desarrolló esta batalla.
El campo de Carabobo es una pequeña llanura, rodeada por el norte y el oeste de colinas y cerros, con las quebradas de Las Manzanas y la de Carabobo, que le da su nombre al campo. Al Sur está la ciudad de Valencia. Un oficial de aquellos tiempos describe el llano de Carabobo como “ancho y triste”. El ejército de de Simón Bolívar que contaba con 6,500 hombres, se enfrentó allí a las tropas realistas bajo el mando del Mariscal de Campo Miguel de la Torre, que contaba con 4.079 hombres, todos bien vestidos, equipados y con experiencia militar.
A Miguel De la Torre no le preocupó que el ejército patriota tuviese unos dos mil hombres más pues confiado en la organización , entrenamiento y experiencia de sus soldados, estaba bastante seguro de poder vencer a ese harapiento ejército patriota que ni uniformes tenía, armado con lanzas , pocos mosquetes, y sin ninguna artillería.
ORGANIZACION
Esta no fue una batalla a última hora o al azar. Fue brillantemente preparada. El armisticio con los realistas que se firmó en noviembre de 1820 ya para abril de 1821, había expirado. Simón Bolívar utilizó esos cruciales meses de paz para reunir y organizar en Venezuela el más grande de sus ejércitos.
Ya con el triunfo en la importantísima Batalla de Boyacá, Bolívar había tomado a Nueva Granada, y el propósito ahora era liberar a Venezuela del yugo imperial. Con el dinero del tesoro del tirano Vizrey Zámano de Bogotá, Bolívar ahora contaba con los recursos físicos para su ejército y además contaba con un ejército bien disciplinado y adiestrado por los voluntarios ingleses.
Apure era el hogar de los formidables guerreros llaneros, que infundían terror a las tropas enemigas, con sus temibles lanzas que medían tres metros. El indiscutible jefe llanero era José Antonio Páez, quien se dedicó en esos meses a entrenar más jinetes y caballos. Los llaneros ataban las riendas de sus caballos a sus rodillas y así los controlaban, a la vez, tener las manos libres para sus lanzas.
En cuanto a la infantería, muy frecuentemente se omite relatar la labor de los oficiales de la Legión Británica de Simón Bolívar. La tarea de ellos era entrenar a las tropas criollas para convertirlos en un ejército moderno, con disciplina y destreza. Aunque la mitad Europa ayudó a Jorge Washington en su guerra de independencia contra Inglaterra, ni una sola de esas potencias de Europa ayudó a Bolívar en su lucha contra el Imperio Español. Ni siquiera Inglaterra, a pesar de que Bolívar era una figura altamente popular y apreciada en ese país. Sin embargo, jóvenes ingleses e irlandeses, voluntarios, por su cuenta, se sumaron a su gesta emancipadora, que gozaba de enorme apoyo popular en Gran Bretaña.
Al sufrir las derrotas que le hicieron perder la Primera y Segunda Repúblicas, Bolívar se dió cuenta que su ejército no tenía suficientes conocimientos en la conducción de una guerra moderna. El instrumento de guerra preferido en aquel tiempo era la temible bayoneta, la artillería, los mosquetes, y las estrategias de organización y disciplina. En 1815, ya derrotado los franceses en Europa, España envió un ejército enorme de 14,000 soldados expertos bajo el mando de uno de sus mejores generales, Pablo Morillo. Esas tropas españolas fueron las que se enfrentaron y vencieron a los formidables ejércitos de Napoleón.
En ese año decisivo de 1815, el Jefe del Estado Mayor de Bolívar, el francés H.I.V. Ducoudray Holstein, le sugirió que aprovechara que las guerras napoleónicas habían finalizado y trajera a Venezuela soldados de Inglaterra para que entrenaran a las tropas criollas en la guerra moderna. Pues, ya derrotado los franceses, habría muchos soldados y oficiales sin empleo. Así fue que Bolívar le dio instrucciones a su agente en Londres – Luis López Méndez- que reuniera varios regimientos de soldados y oficiales de con experiencia militar.
En ningún momento hubo más de más 2,500 británicos, incluyendo unos cuantos alemanes, que llegaron a las costas de Venezuela en diferentes fechas. Centenares de ellos murieron en el viaje o al llegar, de enfermedades como la fiebre amarilla y la disentería, agravados por el inclemente clima tropical. Además, al desembarcar, se encontraron con el desorden de los patriotas que les hizo pasar hambre, enfermedad y hasta sed. De modo que centenares más desertaron. Pero los que si se quedaron, que serían más o menos, 600, lo hicieron, no por dinero, pues no había, sino por su compromiso con esa causa de la Libertad.
Estos jóvenes voluntarios ingleses e irlandeses que ingresaron al ejército de Bolívar no merecen ser llamados “mercenarios” , nombre que tan injustamente muchos los llaman, pues llegaron a ser los peor pagados mercenarios en toda la historia militar. Sino que en su mayoría vinieron a Venezuela por el espíritu de juventud por la aventura, para conocer este desconocido mundo que el Imperio Español prohibía al mundo externo, y también por considerar la causa de Independencia una causa noble.
Algunos de los oficiales criollos dudaron de la utilidad de tropas británicas, pero en la Batalla de Pantano de Vargas, en la Batalla de Boyacá y en la Batalla de Carabobo, la Legión Británica acabó con todas las dudas; se cubrió de gloria, por el entrenamiento que le dieron a las tropas criollas y por su tenacidad y valentía.
ESTRATEGIA
Repasemos ahora, lo que los anales militares nos dicen de la acción militar ese día. Las fuerzas patriotas en la Batalla de Carabobo estaban organizadas en tres Divisiones, la Primera al mando de José Antonio Páez, la Segunda al mando de Manuel Cedeño y la Tercera al mando de Ambrosio Plaza. La Primera División de José Antonio Páez consistía en el Batallón de los Bravos de Apure, al mando de Francisco Torres, y los Cazadores de Legión Británica dirigidos por Tomas Farrar, y 7 regimientos de caballería.
Esta Primera División sería, en verdad, la que se distinguió siendo la única que tomaría parte en la acción.
El día 28 de abril se concentraron en el pueblo de San Carlos, las tropas patriotas de Bolívar que venían de Barinas, las de Urdaneta que venían de Maracaibo, las de José Antonio Páez que venían de Apure y la División de Cruz Carrillo. Bolívar le pidió a los generales de su Estado Mayor que trazaran planes para la batalla, y fue el plan del General Antonio José de Sucre, quien era el Jefe del Estado Mayor, el plan que Bolívar aprobó. La estrategia fue la siguiente;
- Alejar del campo de batalla al mejor estratega realista, el General José Pereira; para ello Bolívar envió a José Francisco Bermúdez a realizar una maniobra de avanzada sobre Caracas (La Batalla del Calvario, que perdió) y los valles de Aragua, y La Guaira, cosa que obligó al comandante realista a enviar 1,000 soldados al centro del país.
- A Cruz Carrillo lo envió con su división a Occidente para cerrarle el paso a cualquier fuerza realista que venga a auxiliar a De la Torre.

Participaron en la planificación Páez y Rafael Urdaneta. Sin embargo, Bolívar dio órdenes a Urdaneta de no participar en la batalla porque sus tropas estaban demasiado agotadas por la marcha que hicieron desde Maracaibo. La tarde del 24 de junio, Bolívar observa la llanura desde el cerro Buenavista y se da cuenta que el enemigo era inexpugnable por el frente y por el Sur. De la Torre había distribuido sus tropas cubriendo el Oeste y el Sur y tenía una pieza de artillería en una pequeña altura delante de la línea. Por tanto, Bolívar dio ordenes de modificar la marcha de las divisiones, ordenando a las divisiones de Páez y Cedeño que marcharan hacia el ala izquierda enemiga, mientras Plaza marchaba su división hacia el centro.
En la ala izquierda enemiga los Bravos de Apure intentaron escalar la pendiente que los llevaría hacia la llanura, al verlos, De la Torre envió al formidable Batallón Burgos a atacarlos, y tan fuerte fue ese ataque que los Bravos se replegaron dos veces. Viendo esto, los Cazadores Británicos salieron al encuentro a enfrentarse a Burgos obligándolos a retroceder, demostrando valentía y sangre fría, soportando gran cantidad de cargas enemigas. Los ingleses se arrodillaron en línea, y “en las palabras de un escritor venezolano… la Legión Británica dejo de ser una unidad como las otras sino que tomaron raíces y afincándose en la tierra convirtiéndose en una pared de granito. Dos regimientos enemigos le cayeron a tiros, los ingleses caían como el maíz ante la hoz, pero a medida que uno caía, silenciosamente, sus camaradas cerraban sus filas decimadas, manteniendo la línea de fuego vivo, tan poco afectados como si estuvieran haciendo ejercicios de patio”.
Al caer el Comandante Farrar, grito “Firme!” a sus soldados. Asumió el mando el Mayor Denny, quien murió en seguida, luego el Capitán Scott tomo el mando, y lo mataron al instante. Viendo estas terribles pérdidas, Páez dio la orden a que avanzaran al ataque con bayonetas, y la Legión saltó de pie, comandados por un joven Teniente Minchin, e increíblemente, vencieron al enemigo. En menos de media hora la Legión Británica había perdido a su comandante Tomas Farriar, 17 de sus oficiales y casi la mitad de sus hombres, pero su valentía cambió el curso de la batalla y permitió que la caballería de Páez , los Bravos de Apure, se reorganizaran para hacer un efectivo contra-ataque que rompió la caballería española por completo.
Durante ese avance, a Páez le dio un ataque epiléptico, y quien lo salvó y llevó a sus propios soldados, fue un noble llanero de Calabozo, Antonio Martínez, que no obstante luchaba con los realistas. En un momento de la batalla Pedro Camejo, llamado el Negro Primero, fiel y constante compañero de Páez, se presentó ante él y cuando Páez lo reprocha preguntando qué hacia allí , le dijo:”Vine, mi general, a despedirme porque me eso y muriendo.” Y en eso cayó de su caballo, muerto a los pies de Páez.
En el ala derecha del enemigo, la caballería llanera atacando por el norte de la sabana, venció a los tres batallones españoles, Príncipe, Barbastro e Infante, quienes muy pronto perdieron la disciplina de la línea de combate. Los Húsares de Fernando VII dispararon sus carabinas y se retiraron de inmediato. El ultimo recurso de La Torre fue dar órdenes a los Lanceros del Rey a que atacaran la caballería patriota, pero desobedecieron y huyeron ante la implacable embestida de los llaneros. Finalmente, atacados de frente por la infantería, por la derecha por la caballería, el ejército español se retira huyendo hacia Valencia perseguidos tenazmente por los patriotas, y los que quedaron se refugiaron finalmente en Puerto Cabello.
La División de Páez fue prácticamente la única que intervino con sus lleneros y la Legión Británica, o sea, que de los 6.500 hombres que tenía Bolívar, solamente una 1/5 parte del ejercito entró en batalla. Tan contundente fue este triunfo que Bolívar ascendió a Páez a general en el mismo campo de batalla. Bolívar le escribe lo siguiente al Vice Presidente de la Gran Colombia al día siguiente:

El bizarro general Páez a la cabeza de los dos batallones de su division y del regimiento de la caballería del valiente coronel Muñoz, marchó con tal intrepidez sobre la derecha del enemigo que en media hora todo él fue envuelto y cortado. Nada hara jamás bastante honor al valor de estas tropas. El Batallón Británico mandado por el benemérito Coronel Farrar pudo aún distinguirse entre tantos valientes y tuvo una gran pérdida de oficiales.

Estos relatos son los que hemos recibido de manos de quienes vivieron ese horror que fue el campo de batalla en el siglo 19, cuando los hombres se combatían mano a mano, mirando a los ojos al otro hombre que mataban. Los llaneros combatían con su feroz lanza con la cual ensartaban al enemigo a medida que galopaban y la fuerza era tan grande que la víctima se elevaba casi a la altura del caballo. Los soldados españoles y los ingleses combatían con mosquetas y bayonetas, siendo esta última arma responsable de tantas carnicerías de ese siglo y los siguientes.
Los anales militares nos dicen que los españoles perdieron 2 oficiales superiores, 120 subalternos y 2.786 soldados. Las bajas criollas fueron de 200 muertos y heridos. Toda la batalla duró menos de una hora. Lamentablemente, Plaza y Cedeño perdieron sus vidas, pero sucedió casi al final , y debido a sus impetuosos deseos de entrar a la batalla. Pero no nos dicen mucho de los heridos - y qué heridas tan horribles han de haber sido!
Los relatos militares tampoco no dicen mucho del hecho que nuestras tropas criollas marchaban acompañados por muchas mujeres, mujeres valientes, trabajadoras pacientes, que les cocinaban, les lavaban sus ropas, les atendían sus heridas, los consolaban, y los amaban. Habrá que imaginar cómo es que pudieron aguantar ver los horrores del campo de batalla, e ir allí a buscar a sus hombres queridos, recoger a los muertos , tratar de sanar las horribles heridas de espadas y bayonetas.
No se si se podrá decir si ese estilo de guerra es peor que la guerra automática que tenemos el infortunio de tener en este siglo XXI, donde los hombres, con presionar un botón, eliminan cientos de personas, donde más civiles que soldados mueren y que ni siquiera cuentan a los muertos civiles que llaman con el eufemismo “collateral damage”, donde aviones sin pilotos lanzan bombas con substancias radioactivas, donde ya ni siquiera las “reglas de guerra” establecidas en la Convención de Ginebra se respetan.
Lo que si podemos decir con franqueza es que la guerra es siempre un infierno; y que las glorias obtenidas, en nuestro caso la Independencia, que fue lograda con tanto dolor, con tanto sacrificio, con tanto horror, nos obliga hoy, en este día, en estos tiempos, a honrar a esos libertadores nuestros, luchando por nuestra libertad, por la independencia verdadera y la soberanía de nuestros pueblos hoy, cuando hay un imperio más tenaz, más venenoso, y ciertamente más poderoso que el de antaño, el poderío del imperio de los Estado Unidos, y sus aliados capitalistas.
Y qué significa para nosotros hoy en día aquella batalla lejana en el tiempo?
De qué nos sirve recordar hoy esos laurels ganados con sangre hace tanto tiempo?
Y, que nos sirven a nosotros que vivimos fuera de nuestras patrias de nacimiento?
Hoy de nuevo Venezuela está marcada por la avaricia de un imperio que desea con envida nuestro petróleo, nuestros recursos mineros, nuestras aguas, nuestros bosques con su riqueza biodiversa.
La Revolución Bolivariana , y su líder llanero, el Presidente Hugo Chávez Frías, representa no solamente el futuro de Venezuela, sino el de Nuestra América, pues ha sido con su liderazgo, que se han desenvuelto la UNIDAD, LA ORGANIZACION, Y LA ESTRATEGIA de la integración latinoamericana y caribeña.
Y no han sido palabras, sino toda una estructura de cooperación, de solidaridad, de defensa y de apoyo que, bajo los auspicios de la Venezuela Bolivariana, ahora tenemos a mano: el ALBA, TELESUR, BANCO DEL SUR, PETROSUR, PETROCARIBE, UNASUR, Y CELAC. Estas organizaciones representan la infraestructura de integración de Nuestra América.
No podemos dejar que intereses parroquiales destruyan nuestra integración, que ya no es sueño como lo fue para Bolívar, sino una realidad que está naciendo de verdad. El Presidente Chávez bien lo dijo “NO HAY SOLUCIONES NACIONALES…unidos para ser libres, nunca más divididos para ser dominados.”
UNIDAD, ORGANIZACION Y ESTRATEGIA, Estos elementos tan cruciales para el triunfo en Carabobo, son los que tenemos que procurar para unir y salvar a nuestros pueblos de la rapiña imperial y capitalista.
UNIDAD, en Carabobo, los jefes criollos, tan quisquillosos de sus propios intereses parroquiales, los pusieron de lado pues se dieron cuenta, Primero, que sin el jefe supremo, Bolívar, no habría dirección. Y en Segundo lugar, que el enemigo no eran los rivales, sino lo realistas.
Recordemos esto cuando aquellos que debían ser aliados, acusan al Presidente Chávez de ser “demasiado” líder. Recordemos esto cuando los dardos de la sospecha, del desdén, de la intolerancia se desvían entre a los que debemos ser aliados y compañeros de lucha, en vez de a los verdaderos enemigos del Proceso Bolivariano y de integración.
Y aquí, en Canadá, tenemos una ardua tarea, con un gobierno de extrema derecha, cuyo único interés en América Latina es abrir mercados para las compañías mineras y demás corporaciones. Aquí en Canadá donde la inmensa mayoría ni sabe de nuestra historia, de nuestros triunfos y de las vejaciones y opresiones que hemos sufrido desde la sangrienta Conquista, hasta la rapiña del neoliberalismo.
Aquí en Canadá, donde tan poquito se conoce de nuestros pueblos, tenemos que trabajar para que el generoso pueblo canadiense llegue a conocer nuestras realidades , para que se una a nuestras luchas por la justicia social . Porque tenemos mucho en común, ya que ese “capitalismo salvaje” está destrozando a la clase trabajadora, a los pueblos indígenas y la naturaleza de Nuestra América, y también la de Canadá.

No debemos ser presos de temor que el imperio es más grande, y tiene grandes ejércitos, como no tuvo miedo Bolívar – sino seguir adelante, unidos, organizados y con estrategia.
Termino con la clave secreta del ejército patriota:
QUIEN VIVE? LA AMERICA LIBRE! PATRIA SOCIALISTA, O MUERTE!
VENCEREMOS!